Se necesita tiempo para desarrollar un buen coñac, así como un perfume de éxito. Tanto para aprender y perfeccionar el oficio, como para localizar y seleccionar las materias primas. Por ello, el ritmo frenético y la producción en serie no tienen cabida en Frapin. Los perfumistas se permiten el lujo de expresar su estilo individual, lo que confiere a los productos una maravillosa paleta de firmas diferentes.
Su famosa fragancia 1270 debe su nombre al año en que la familia Frapin se instaló en la región de la Grande Champagne, en Cognac (Francia). De este modo, se sentaron las bases de una empresa familiar tradicional y de primer orden. El coñac Frapin existe desde 1270.
Conoce al Perfumista
Béatrice Frapin-Cointreau procede de una familia de destiladores. Su bisabuelo creó el licor Cointreau y su abuelo el coñac Rémy Martin. Es licenciada en perfumería, vino y marketing, y trabajó en relaciones públicas antes de convertirse en directora general de Frapin. Además de los maravillosos perfumes que ha creado, ha escrito libros. Aprovechó la larga tradición de su familia para contar su historia.